En la Antigua Grecia se produce un florecimiento del arte en todos los ámbitos. Todo gracias a su interés por la excelencia (lo que Aristóteles denomina el areté). Para ello se sirven de unos conceptos estéticos que luego los filósofos recogieron y desarrollaron, años después.
Eran unos conceptos distintos a los que usamos hoy, aun y cuando usemos palabras parecidas para referirnos a ellos. Empezamos por el concepto de belleza y de lo bello. Por belleza entendían algo que gusta o demuestra admiración. Pero también estaba un conocido oráculo de Delos que decía “Lo más bello es lo más justo”.
Para explicar el concepto de arte que tenían hay que mencionar una palabra muy importante: “Techné”. Es la palabra que usaban para referiste al arte. Entendían el arte (techné), como el producto de una habilidad técnica.
Por lo tanto el arte no solo era el trabajo del arquitecto o del escultor. También era arte el trabajo del artesano, como el carpintero y el tejedor. La palabra artesano, etimológicamente, viene de arte.
La separación entre arte y tecnología no tiene sustento etimológico, ni fundamente histórico en la Antigua Grecia. Techné es arte y tecnología de la misma manera. Techné se refiere al dominio de la práctica. Para referirse al dominio del conocimiento usaban el término episteme.
Aristóteles, en el libro VI de su Ética para Nicómaco, define episteme y techné como virtudes intelectuales. Aristóteles establece una distinción entre ambos términos, pero esta distinción aristotélica está muy alejada de la diferencia que tenemos hoy entre teoría y práctica.
Para Aristóteles episteme y tecné son maneras de alcanzar la verdad, a diferencia de la doxa (la opinión), por la cual es posible incurrir en el error. Ambas son formas de conocimiento, a pesar de ser diferentes.
La techné la aplicaban a toda la actividad humana, en tanto y cuanto era opuesta a lo generado por la naturaleza. Un paisaje no era arte, por muy bello que fuera, ya que no era el producto de una habilidad técnica.
Para los antiguos griegos la habilidad en el arte era lo fundamental, por lo que consideraban al arte como una actividad intelectual (carpintería incluida).
No tenían, como tenemos nosotros, una distinción entre artes y artes bellas. Esta diferenciación es algo muy moderno y data del siglo XIX, cuando se empieza a permitir el adjetivo de “bello” y el término de arte se empieza a considerar como sinónimo de “bellas artes”, abandonando el significado original de techné.
Lo mismo pasa con el significado de belleza que, primitivamente, era más amplio. La división entre las artes también era diferente a lo que entendemos hoy.
No distinguen entre bellas y artesanas. Para ellos todas podían ser bellas y alcanzar la perfección. El areté (la excelencia) estaba presente en todo. El artesano (demiurgós) podía llegar a ser un maestro (architecktón) en cada arte.
La visión que tenían del artesano era controvertida. Por un lado los estimaban por los conocimientos que poseían, y por otra parte los despreciaban por ser un trabajo físico y, sobre todo, por cobrar por ello. Por un lado apreciaban el trabajo del artesano más de lo que hacemos ahora (era arte) y por otro valoraban menos el arte.
Para los antiguos griegos la división natural de las artes era la de artes liberales, que no exigían trabajo físico, y las artes serviles, o vulgares, que sí que exigían un trabajo físico.
La música era, por ejemplo, un arte liberal y la arquitectura servil. La pintura también era considerada inicialmente servil pero terminó teniendo una mayor estima, elevándose a una categoría más alta.
Puesto que la arquitectura es un arte (techné), y es además esencialmente un hábito productivo acompañado de razón, y no hay arte alguno que no sea un hábito productivo acompañado de razón, ni hábito alguno de esta especie que no sea un arte, resulta que son lo mismo el arte y el hábito productivo acompañado de razón verdadera. (Aristóteles)
Según Aristóteles, el que construye un timón sabe que forma debe tener y cómo funciona, pero el que posee la techné de la navegación, sabe cómo y por que debe tener tal forma o estar hecho de tal madera.
Consideraban artes diferentes, por ejemplo, tocar la flauta y tocar la cítara. Solo excepcionalmente las agrupaban como música. Eran para ellos mundos totalmente diferentes.
Lo mismo pasaba con la comedia y la tragedia, y con la poesía épica y la ditirámbica (en honor a Dioniso). Ídem con la la escultura en mármol y bronce. Materiales distintos, técnicas distintas. En resumen, todo distinto.
El propio vocabulario griego puede inducir a errores ya que empleaban los mismos términos que usamos hoy pero con significados diferentes. Poesía (Póiesis) viene de “hacer” y originalmente significa toda creación (poietés), no solo de poemas.
Música (Musike) deriva de las musas y significa toda actividad que viene de estas. Algo así como la inspiración. No solo se refería a lo que hoy entendemos como música. Musikos era una persona erudita.
Los antiguos griegos no tenían poesía escrita, o destinada a ser únicamente leída. La poesía era vocal, para ser cantada.
Además, artes que hoy consideramos como separadas, eran entendidas como unidas, como es el caso del teatro, la música y la danza. Las tragedias estaban acompañadas de cantos y bailes y las entendían más cercanas a la música y a la danza, que a la poesía épica.
Pare ellos la música era superior a la poesía ya que afecta a todos los sentidos: El oído (era cantada) y la vista (por las danzas), mientras que la poseía solo era al oído. El concepto de arte era, como vemos, mucho más amplio que el que tenemos nosotros, pero el concepto de poesía era mucho más reducido.
No la incluían dentro de las artes porque no la veían como una creación material, ni algo sustentado por la habilidad. Era algo relativo a la inspiración de las musas, no a la habilidad del poeta. Para los antiguos griegos las artes plásticas y la poseía no tenían nada que ver.
Veían a la poesía más cercana a la adivinación que a las artes. Es por esto que, si bien al escultor lo clasificaban como artesano, al poeta lo veían como un adivino. El arte era algo que se podía aprender. La poesía era gracias a la inspiración, que era por concedida por los dioses, por medio de las musas.
La poesía, entonces, era de un orden superior. Guiaba las almas y educaba a los hombres. El arte solo producía objetos necesarios.
Dado que la poesía era cantada, veían una relación directa entre la música y la poesía. Ambas llevan a un estado de exaltación, por lo que no concebían la música como independiente de la poesía sino que era un componente de la música, y viceversa.
Las musas eran: Talía (de la comedia), Melpómente (tragedia), Erato (elegía), Polimnia (poesía lírica), Calíope (oratoria y poesía heroica), Euterpe (música), Tersícore (danza), Clio (historia) y Urania (de la astrología). Las artes plásticas, por ejemplo, no tienen ninguna musa.
Los antiguos griegos no tenían un concepto de creación. Entendían el arte como una habilidad y diferenciaban 3 factores: El material, es decir, lo que ha sido concedido por la naturaleza. El segundo es el conocimiento, o lo transmitido por la tradición. Algo que se puede aprender.
El tercero es el trabajo del artesano. No le daban importancia a la imaginación o a la originalidad. Esto se ve, por ejemplo, en las tragedias. No crean personajes nuevos. Estos son siempre los mismos (dioses, héroes,…)
En el periodo arcaico no se refería a los artistas por su nombre. Solo eran los artesanos que habían realizado la obra, con los materiales que habían obtenido de la naturaleza y usando los conocimientos que habían aprendido por la tradición.
Quizás Mirón fue el primer autor del que conocemos su nombre.
Para los antiguos griegos un buen artista no era el que manifestaba originalidad, sino el que sigue y aplica unas normas universales. Estas normas son las que denominaban Kanon.
Utilizaban el mismo término para la investigación científica que para la estética: La observación, o theoria. No veían diferencia entre observar objetos bellos y objetos corrientes.
Está claro que la observación de objetos bellos va acompañada de placer, pero el placer acompaña a también a cada acto de percibir, examinar y, en resumen, conocer.
El arte visual estaba un escalón por debajo del arte musical. Veían la música como un arte grande y sagrado capaz de expresar el alma como tal. El concepto de belleza también abarca a la belleza moral.
Este era el concepto de belleza de los antiguos griegos. Un concepto en el que luego basaron su pensamiento los filósofos. Como vemos era una interpretación ligeramente diferente de la que tenemos hoy. Una concepción más amplia y una agrupación de las artes diferentes.
Aunque nuestro arte desciende del de los griegos, nos equivocaríamos sin afirmásemos que su arte, sus relaciones artísticas e ideas estéticas eran idénticas a las nuestras.
Como dice Platón para terminar el diálogo Hipias Mayor: Lo bello es difícil.