Hoy hablaremos de la historia de Tomiris. La reina de los maságetas que se convirtió en un icono de la lucha por la independencia y la resistencia al derrotar al mismísimo Ciro en Grande, el rey de los persas.
Ciro, el rey de los medos, que había conseguido un imparable avance de conquistas, tras la conquista de Babilonia pretendió someter también al pueblo de los masagetas, un pueblo valeroso y valiente de nómadas más allá del rio Araxes y al este de los Urales.
Los masagetas eran gobernados por la reina Tomiris, que había tomado el poder tras la muerte de su marido.
Junto a él inmolan a muchas reses y celebran un banquete, en donde se comen los restos de su familiar, junto con la carne de las reses. Los griegos veían en esto una aberración, lo mismo que pensaban los maságetas de costumbre griega de quemar a los muertos.
Esto para ellos esto era la suprema felicidad. Al que muere por enfermedad no se lo comen y lo consideran una desgracia ya que no ha llegado a la edad de ser inmolado.
Ciro manda un mensajero para solicitar la mano de Tomiris pero esta, sabiendo que lo hacía solo para quedarse con su reino, le rechaza y le prohíbe la entrada a sus dominios. Ciro marcha de inmediato hacia el rio Araxes y se prepara para la guerra contra los maságetas.
Tomiris manda un mensajero a Ciro para decirle que cese de sus intenciones de conquista pero que, si realmente quiere la guerra que de acuerdo. Que decida dónde quiere la batalla. Si lo desea le permite entrar en su país y luchar ahí o si lo prefiere ella acudirá a sus dominios y luchará.
Los consejeros de Ciro le aconsejan que luche en su territorio. Pero entre los presentes se encuentra creso (del que hablamos en otro hilo) y le recomienda lo contrario. Le dice que luche en terreno de Tomiris.
Le dice que, si lo hace en zona meda, si son derrotados además de la batalla perderán todo el imperio ya que si los maságetas vencen no se batirán en retirada y le lanzarán sobre sus dominios.
Por otro lado, si Ciro vence no lograría una victoria tan clara como si lo hace en territorio de Tomiris. Además, Creso le dice a Ciro que los masagetas no conocen los placeres persas y no saben de grandes comodidades. Por lo cual le propone un plan.
Le dice que prepare un gran banquete con manjares, lujos, mucho vino y que deje en el banquete a sus peores tropas. Los masagetas se abalanzarán sobre ellos y esto les darán una oportunidad de vencerlos.
Ciro se decide por la opción de Creso y le dice a Tomiris que cruzará el rio para luchar en zona maságeta. Al caer la noche tiene un sueño en el que ve al hijo mayor de Histaspes con alas sobre los hombros. Un ala cubre toda Asia y la otra toda Europa.
Histaspes era hijo de Arsames, un Aqueménida, y el mayor de sus hijos era Darío, que todavía no tenía edad para entrar en campaña y estaba e Persia. Ciro entiende con esta visión que el hijo de Histaspes quiera conspirar contra él, por lo que manda llamar a Histaspes para interrogarle.
Histaspes le dice a Ciro que, si algún persa quiere conspirar contra su rey, debe morir lo antes posible, ya que Ciro ha conseguido que los persas sean libres. Si su propio hijo es el que conspira contra él lo pondrá a su disposición.
Histaspes regresa a Persia para poner a su hijo Darío a disposición de Ciro. Mientras tanto Ciro sigue con los consejos de Creso. Los maságetas caen en la trampa del banquete. Atacan a las tropas que Ciro había dejado custodiando el banquete y se emborrachan.
Cuando quedan dormidos acaba con ellos. Además, apresan a muchos hombres, entre los que se encontraba Espargapises, hijo de la reina Tomiris.
Tomiris al enterarse de esto manda un emisario a Ciro llamándole sanguinario ya que no ha vencido a su hijo en batalla sino emborrachándole. Le dice que le devuelva a su hijo. De lo contrario jura por el son que, por ser sanguinario, le saciará con sangre.
“Te juro por el sol, supremo señor de los maságetas, que por sediento que te hayas de sangre te saciaré de ella.”
Ciro no hace caso de las palabras de la reina. Espargapises, cuando se le pasa la borrachera, se suicida avergonzado. Es entonces cuando se libra la batalla final entre Ciro y Tomiris.
Primero luchan a distancia con flechas, pero cuando se les agotan los proyectiles pasan al cuerpo a cuerpo. Tras una dura batalla el grueso del ejercito persa termina aniquilado y el propio Ciro, tras 29 años de reinado, muere.
Tomiris manda llenar un odre con sangre humana y busca el cadáver de Ciro. Le corta la cabeza, se la mete dentro del odre y le dice que le ha vencido en combate y que, como le había prometido, la va a saciar con sangre.
Esta es la historia de Tomiris, la reina de los maságetas, que venció y mató al gran Ciro, el rey de los persas. El reinado de Ciro, que se había caracterizado por un imparable avance es derrotado por una mujer carismática y hábil, reina de un pueblo de nómadas.
Su figura se convirtió en un icono de la lucha por la independencia y la resistencia.
Fuente: Historia (libro I). Heródoto