Heráclito de Éfeso nació sobre el 530 a. C. en la ciudad jonia de Éfeso (Asia menor. Hoy Turquía). Éfeso fue un importante centro comercial y religioso en el mundo heleno.
Parece ser que no era una persona de fácil trato. Todo lo que nos llega de él es que fue arrogante y poco sociable. Alardeaba de no haber sido discípulo de nadie y de haberlo aprendido todo por su cuenta.
Miraba con desprecio los conocimientos de los demás y le gustaba hacer amigos con frases como “La acumulación de conocimiento no enseña inteligencia, porque se la habría enseñado a Hesíodo y Pitágoras”
Para Homero también tenía perlas. Decía de él que “Se merecía que le hubieran echado de los concursos poéticos” y que “se merecía que lo hubiesen apaleado”. Heráclito no esta de acuerdo con la representación inmoral de los dioses.
Su desprecio a los demás hombres le hizo irse a vivir solo al monte. Es muy común representarlo llorando.
Su forma de escribir era poética, críptica y llena de aforismos (similar a las predicciones de las pitonisas del oráculo de Delfos). Esto le lleva a tener el sobrenombre de “el oscuro”.
No tenemos ninguna obra completa de Heráclito. Solo tenemos una serie de fragmentos inconexos. Fragmentos que no sabemos el orden y dependiendo de como los ordenemos pueden dar una interpretación u otra a su pensamiento.
Parece ser que los fragmentos eran de una obra llamada “sobre la naturaleza”, pero esto no está claro. Este oscurantismo hizo que los filósofos posteriores malinterpretaran su filosofía dando lugar a unos pensamientos diferentes a los originales (como fue el Heraclitismo)
Dentro de la filosofía presocrática Heráclito entra dentro de los denominados “monistas”, que son los que buscan un único principio de las cosas denominado el “arjé”.
Como todos los presocráticos estaba obsesionado con la cuestión del cambio ¿Qué permanece a pesar del cambio? ¿Hay algo permanente?
Para Heráclito lo único permanente es el cambio mismo. El devenir. Se le atribuye la famosa expresión “Panta Khorei” (Todo cambia), pero parece ser que nunca lo dijo y que fue Platón él que dijo que Heráclito lo dijo. Esta frase después se transformó en “Panta Rhei” (todo fluye), ya que Heráclito usaba mucho el agua como metáfora para sus pensamientos.
Los sentidos captan cosas estables pero para Heráclito esto es solo la apariencia. La razón nos dice que todo se mueve. Afirmó que a la naturaleza le gusta ocultarse por esto lo que parece quieto no lo está. Es un resultado de un equilibrio entre fuerzas opuestas.
Si tensamos un arco percibimos una aparente quietud pero tras esta apariencia se esconde una tensión entre fuerzas opuestas. La unidad es una relación entre contrarios.
Para Heráclito la vida y la muerte, así como el día y la noche son la misma unidad. Son opuestos enlazados entre sí y que no pueden existir por si solos sin la existencia de su opuesto.
La identidad solo se entiende con la contradicción. Si o existiese la muerte no podríamos hablar de la vida. Este razonamiento de opuestos se denomina dialectica.
Pero para Heráclito este cambio no es caótico. Sigue un orden, lo que denomina como “Logos”. “De este logos, que existe siempre, resultan desconocedores los hombres”
Logos es una palabra muy ambigua. En griego significa muchas cosas (palabra, discurso, razón, definición, …). Recordemos que a Heráclito se le llamaba “el oscuro” por algo.
Para Heráclito en la naturaleza el cambio está equilibrado por el logos, que lo controla el fuego, que da el equilibrio al universo. Los presocráticos monistas eran muy de estas cosas (para Tales era el agua).
Para Heráclito el cambio sigue un orden pero es fácil malinterpretarlo y ver la naturaleza como algo caótico. Esta mala interpretación dio lugar al Heraclitismo y tornó en el Estoicismo que, contribuyeron a deformar el mensaje.
Filósofos posteriores como Platón y Aristóteles no siguieron el pensamiento de Heráclito y este cayó en el olvido. De todas formas su pensamiento (en especial, la dialéctica) fue retomada en el siglo XIX por Hegel, Marx y Nietzche.
Aristóteles y Platón se referían a Heráclito de una manera un tanto irónica y despectiva y apostaron más por el pensamiento de Parménides que directamente negaba el cambio.
Su frase más famosa es “Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el río será el mismo” ¿Somos las mismas personas ahora que hace unos minutos?
Hace unos minutos no habíamos leído esta chapa por lo que somos ligeramente diferentes. Más exagerado: ¿Somos la misma persona que cuando nacimos? La mayoría de las células de nuestro cuerpo han cambiado. No somos físicamente los mismos.
¿Qué somos? Según el pensamiento de Heráclito “Todo fluye, somos y no somos”.