Helios era la hijo de los titanes Hiperión y Tea (titanes hijos de Gea y Urano). Hay veces que se refiere a Helios como Hiperión. En la mitología romana se llama directamente Sol (Sol Invictus).
Helios (el sol) tenía dos hermanas: Selene (la luna) y Eos (la aurora). Ya mencionamos a estos tres hermanos, que trajeron la luz a los cielos, en el hilo de la Gigantomaquia. https://twitter.com/gonzalo123/status/1327947215445372931
Selene, la luna, tenía un carro de plata tirado por bueyes blancos y da nombre a la selenología (el estudio geológico de la luna). También al elemento químico del Selenio.
Eos, la aurora, es la diosa que abría las puertas del cielo para que su hermano Helios pueda cruzar con su carro dorado el cielo durante el día.
Helios salía todos los días con su carro tirado por su 4 poderosos caballos alados. Salía por el este y terminaba su viaje por el oeste. Ahí se montaba en una copa dorada y navegaba durante la noche por el océano que rodeaba al mundo de vuelta al este.
Helios, ya que se pasa el día en el cielo, es el dios que todo lo ve. Es difícil ocultarle algo y, aunque es un un dios benevolente, es un poco el chivato de los dioses. Que se lo digan a Ares y Afrodita, por ejemplo. https://twitter.com/gonzalo123/status/1277176353943621632
Fue neutral en la Titanomaquia por lo que se le permitió vivir junto a los olímpicos. Dado que se pasaba el día en el cielo no tenía ninguna tierra, pero se encapricho de la isla de Rodas.
Se casó con la ninfa Rodo (protectora de Rodas e hija de Poseidón y Halia). Juntos tienen una hija (Electriona) y 7 hijos (los Helíadas). No confundir a los Helíadas con las Helíades (7 hijas también de Helios, pero esta vez con la oceánide Clímene).
Junto con Clímene, que estaba casada con el rey de Etiopía Mérope, engendró a un hijo: Faetón. Clímene le contó a su hijo quién era su verdadero padre y Faetón alardeaba de esto con sus amigos, que no le creían.
Entonces Faetón se dirige al palacio dorado de Helios que le reconoce como hijo suyo. Faetón le pide que le deje conducir su carro. Helios no quería (era muy peligrosos), pero termina accediendo ante la insistencia de Faetón.
Faetón no es capaz de controlar los poderosos caballos y el carro empezó a subir y bajar erráticamente. Enfriando y quemando las tierras según pasaba.
Zeus al ver esto le lanza un rayo. Faetón cae en el río Erídano y muere ahogado. Sus hermanas (las Helíades) lloran su muerte. Tanto que Zeus, conmovido, las convierte en álamos para que derramen sus lágrimas (resina) por la eternidad.
Helios también tuvo un affair con la ninfa Neera con la que tuvo 2 hijas: Lampetia y Faetusa, que cuidaban del ganado sagrado de su padre en la isla de Trinacia. Isla por la pasó Odiseo en su viaje de regreso de la guerra de Troya.
Odiseo advirtió a su tripulación que no tocaran el ganado sagrado, pero no le hicieron caso. Helios se enfanda, su queja a Zeus y este fulmina el barco de Odiseo con un rayo, matando a toda la tripulación (menos al héroe).
Otro affair de Helios fue con Leucótoe. La hermana de esta (Clitia), celosa, le cuenta a su padre el romance de su hermana. El padre entierra viva a Leucótoe. Helios intenta revivirla, pero no puede y la convierte en la plata de incienso.
Clitia, desesperada por no conseguir a Helios, termina muriendo y se transforma en girasol, viendo pasar al sol todos los días y siguiéndole con la mirada.
En su décimo trabajo, Heracles tenía que robar el ganado de Gerión que vivía muy lejos al oeste (en la actual Cádiz). Un día de mucho calor Herácles lanzó flechas al sol.
Heracles ofrece un trato a Helios. Deja de tirar flechas si este le presta su copa dorada (con la que hace viaje de vuelta por el océano). De esta manera Heracles consigue llegar a su destino.
El coloso de Rodas fue una estatua en honor al dios Helios. Se dice originariamente era una torre con la que Demetrio asedió la ciudad. Tras vencer terminó convertida en una colosal estatua de 33 metros, considerada una de las 7 maravillas del mundo antiguo.
La estatua se destruyó en un terremoto, pero dado que no se conserva ninguna referencia en el arte de este coloso, da que pensar que fue una invención de los griegos y que nunca existió.
La fama de Helios se diluyó con la llegada del dios Apolo. A veces se les referencia como si fueran la misma persona. Incluso muchas veces se le denomina a Apolo como el dios sol.