El grifo es un animal mitad águila y mitad león. Concretamente cabeza de águila y cuerpo de león. Es similar a otro animal mitológico: la Esfinge.
La Esfinge era un demonio de destrucción con rostro de mujer, cuerpo de león y alas.
La Esfinge era hija de Quimera y de Ortro, el perro de dos cabezas hermano de Cerbero (que tenía tres).
La Esfinge era famosa por sus enigmas, que había aprendido a formularlos de las Musas. Su famoso enigma era el siguiente: ¿Cuál es la única criatura que al amanecer anda a cuatro patas, al mediodía anda a dos y al caer la tarde anda a tres?
Edipo consiguió descifrar el enigma y se dice que la Esfinge se suicidó por ello, saltando desde un precipicio en el monte Ficeo.
Volviendo al Grifo, como decimos era mitad león y mitad águila, aunque 8 veces más grande que un león.
Sus pezuñas delanteras eras un preciado trofeo. Se podían construir copas. Unas copas muy especiales. Cambiaban de color si se vertía veneno en ellas.
Sus costillas también eran muy apreciadas. Se podía construir arcos muy potentes para disparas flechas.
Era un animal muy temido. Lanzaba fuego por la nariz y aire helado por la boca.
Cuando agitaba sus alas provocaba maremotos y su rugido era capaz de generar terremotos, lo que significaba que era capaz de controlar los 4 elementos naturales (fuego, agua, aire y tierra)
El grifo está muy relacionado con el dios Apolo. Se dice que Apolo salió a buscar grifos y volvió cabalgando uno de ellos.
Desde entonces los grifos tiraban del carro de Apolo en su viaje diario de Oriente a Occidente y vigilaban sus tesoros para protegerlos.
El mito del grifo está presente en otras mitologías lo que plantea una hipótesis de que realmente existió. Parece ser que diferentes culturas encontraron restos fósiles de dinosaurios, con esqueletos en forma de pico, cola y pezuñas con varios dedos.
Esto, unido a la imaginación, creo una criatura mitológica muy similar en varias culturas (pero mola más pensar que existieron)
El período gótico los grifos se convirtieron en una decoración de la iglesias, convertidos en gárgolas y se puso muy de moda usarlos en escudos y emblemas heráldicos, simbolizando la fuerza.
También se puso muy de moda usarlos como decoración en las fuentes de agua. Tanto que acabaron dando nombre a la propia salida de agua de las fuentes. Por eso hoy las llamamos “grifos”.
Curiosamente esto solo pasa en el castellano. En otras lenguas latinas no pasa. El uso de Grifos como fuentes no estaba tan de moda en otros lugares y usaban figuras de carneros.