Cuando pensamos en religión en la Antigua Grecia siempre nos viene a la cabeza el panteón griego con sus dioses olímpicos y mitos. Estos mitos han perdurado durante los siglos y, en mayor o menor medida, todos conocemos (o nos suenan) los principales.
Este culto podía ser considerado la “religión oficial” en la Antigua Grecia, pero este concepto de religión difiere de lo que hoy entendemos hoy por “religión”
Para empezar no tenían libros sagrados, como lo son la Biblia para el Cristianismo o el Corán para el Islam. Lo más parecido a un libro sagrado en la Antigua Grecia eran las obras de Homero y Hesíodo.
En la Antigua Grecia, sobre todo el época arcaica y clásica (quizás menos en la helenística) lo más importante era la polis, la pertenencia a la polis y la ciudadanía.
Tras las guerras médicas empezó a tener más sentido las agrupaciones de polis para defenderse de un enemigo común o simplemente ser más fuertes. Comenzaron a formase las ligas (la de de Delos y la del Peloponeso las más importantes). Era el comienzo del fin de las polis.
En el helenismo (tras la muerte de Alejandro Magno) el mundo cambio. Esa visión localista y nacionalista a la polis se abrió al mundo creando el cosmopolitismo.
Ese sentimiento de pertenencia a la polis y a su autarquía (la polis no necesitaba de nada externo para existir) se veía reflejado también en la relación con dioses. Estos eran protectores de las ciudades. Las personas les daban un poco igual.
Para un griego en la Antigua Grecia encontrarse con un dios no era algo que le apeteciera. Solo le podía traer desgracias. Los dioses eran muy “humanos”. Con todos nuestros defectos (envidias, rencores, lujuria, …)
Los griegos no querían ofender a los dioses, sobre todo porque les temían. Todos los ritos y costumbres eran para que estos no se enfadaran.
Pero a pesar de todo esto, las grandes preguntas que nos hacemos hoy (de donde venimos, qué es la muerte, a dónde vamos cuando morimos, …) también se las hacían las personas de hace 3k años.
Muchas religiones actuales ayudan a dar respuesta a estas preguntas. El problema es que los habitantes de la Antigua Grecia no podían recurrir a su religión para esto. Sus dioses pasaban de ellos.
La vida en tiempos de la Antigua Grecia era difícil y dura pero lo que les esperaba al morir no era alentador. Si habíamos sido malos sufriríamos eternamente en el Tártaro.
Si no habíamos hecho nada malo bebíamos agua del rio Lete (el olvido), olvidaríamos nuestra vida anterior y vagábamos como espectros por toda la eternidad. Vale que esto era mejor que el Tártaro, pero tampoco nada mucho mejor que la vida en la tierra.
Si habíamos tenido una vida heroica nos esperaban los campos Elíseos (o la isla de los bienaventurados si éramos VIP). Esto podía parecer algo bueno pero si leemos la Odisea (como digo obra “sagrada”) veremos que cuando Odiseo baja al inframundo …
… para preguntar al adivino Tiresias cómo escapar de la isla de la hechicera Circe, se encuentra entre otros a Aquiles (muerto en Troya) que le dice que se arrepiente de todo. Le dice también que daría cualquier cosa por no estar muerto.
“No intentes consolarme de la muerte, esclarecido Odiseo: preferiría ser labrador y servir a otro, o un hombre indigente que tuviera poco caudal para mantenerse, a reinar sobre todos los muertos.” (Od XI 487)
Con todo esto vemos que la religión griega no ofrece ninguna esperanza de vida en el más allá. Es por esto que empezaron a surgir unos cultos “alternativos” pero compatibles con los oficiales.
Algunos de estos ya existían de antes (incluso en la cultura minoica) pero la “religión homérica” lo había acaparado todo. De alguno de estos cultos mistéricos hablamos en otro hilo. Es el caso del orfismo.
El orfismo introduce el concepto del alma y la reencarnación como una vía de salvación. Estos cultos tenían cabida dentro de la religión oficial. El orfismo, por ejemplo, rendía culto a Dioniso, un dios del panteón oficial, cosa que no representaba ningún problema.
El único problema de estos cultos mistéricos eran que aceptaban como miembros de pleno derecho a gente de todo tipo. Gente, como esclavos, extranjeros y mujeres. Estas personas no eran ciudadanos y eran de segunda división en la sociedad griega.
Estos cultos mistéricos se basan en la existencia de un “misterio” algo que no se conoce y que solo los “iniciados” pueden conocer. El culto mistérico más importante es un culto muy antiguo a la madre y a la hija: Demeter y Perséfone.
Del mito de Perséfone hablé en el primer hilo que hice sobre mitología y cometí el error que se suele cometer cuando se habla de este mito. El asociarlo con el origen de las estaciones.
Perséfone, hija de Demeter y Zeus (que eran hermanos, pero que nadie se sorprenda con esto cuando hablamos de dioses), es raptada por Hades, dios del inframundo. Su madre, diosa de la agricultura, se queda muy apenada e implora que Hades la libere.
Con su pena se refugia en el santuario de Eleusis (cerca de Atenas). Zeus termina intercediendo y dicta que Perséfone sea liberada. El problema es que Hades la engaña y le da de comer unas semillas de granada (no había comido nada desde que estaba en el inframundo).
Comer comida del inframundo te liga este y te imposibilita salir de allí. Demeter apenada descuida sus labores como diosa de la agricultura y los campos dejan de dar frutos.
Zeus dicta una decisión salomónica: Perséfone permanecerá 6 meses en el inframundo con Hades y 6 meses con su madre en la tierra. El tiempo que Perséfone está con su madre los campos florecen, cuando está en el inframundo, mueren.
Este mito se asocia con los ciclos de cosecha y además representa una metáfora sobre la vida y la muerte. Un ciclo que se repite una y otra vez, dando una esperanza de vida después de la muerte.
El culto a Demeter y Perséfone se da fundamentalmente en el santuario de Eleusis y se convierte en un culto mayoritario, siendo el culto mistérico más importante de la Antigua Grecia.
Dado su carácter mistérico, no tenemos muchos datos sobre este culto. myo significa “cerrar los ojos, la boca” (la palabra miope viene de ahí “el que cierra los ojos”).
Los peregrinos acudían al Telesterion (santuario de Demeter en Eleusis). Dentro, a oscuras y tras beber kykeon (un brebaje místico con características similares al LSD), se abría una puerta donde salía fuego y aparecía un bebé (o eso creían ver).
Con esto los peregrinos pasaban a ser epoptes “el que ha visto”. Como digo el hermetismo de este culto, solo visible para los iniciados, hace que no tengamos datos concretos sobre este. Lo que sabemos es que era muy extendido.
El Telesterion era un templo atípico. A diferencia de los demás era grande por dentro ya que el culto se realizaba en el interior (lo normal en los templos griegos era lo contrario)
Los misterios de Eleusis estaban muy ligados a la polis de Atenas. Atenas se valió de la fama de Eleusis y viceversa. De hecho Eleusis terminó siendo un distrito de Atenas. Existía una procesión de Atenas a Eleusis todos los años para celebrar los misterios mayores el mes de boedromión (septiembre más o menos)
Existía una procesión de Atenas a Eleusis todos los años para celebrar los misterios mayores el mes de boedromión (septiembre más o menos). Esta procesión se realizaba por la denominada vía sagrada. Hoy en día es una autovía de 6 carriles, que se sigue llamando camino sagrado.

Los centros masivos de culto terminaban siendo muy ricos por la afluencia de peregrinos y las polis rivalizaban por controlarlos. Como pasó con Delfos.
Los no atenienses también podían ser iniciados si viajaban a Eleusis. Esto ya se ve en el último de los trabajos de Heracles (capturar a Cerbero, el perro de tres cabezas guardián de las puertas del inframundo).
Heracles viaja a Eleusis para iniciarse en los misterios y poder entrar y salir del inframundo. Además unos de los requisitos para iniciarse en los misterios de Eleuisis era no tener delitos de sangre.
Heracles, que había matado a su mujer e hijos no podía ser iniciado, por lo que tuvo que purificarse.
Este culto mistérico perduró incluso en los primeros años de Roma ya que cuando Roma se expande adopta diferentes cultos y todos conviven a la vez.
El auge del cristianismo, que ofrecía una esperanza de vida en el más allá basada en el perdón y no requería viajar a Eleusis para iniciarse (viajar en la antigüedad era complicado y peligroso) hizo caer los adeptos.
Cuando Roma adopta el cristianismo como religión oficial todos estos cultos son considerados paganos y son prohibidos (como pasa por ejemplo con los juegos Olímpicos)
Esta visión de la vida como un ciclo de nacer, morir y renacer es una idea común en muchas culturas. Un intento de poner un poco de orden en el caos. Una forma de dar sentido a la muerte.