Sémele era una mortal hija del rey de Tebas. Zeus se encapricha de ella y la deja embarazada. Hera, la mujer de Zeus, se enfada y se presenta ante Sémele. Le dice que su amante no es Zeus, que es un mortal que la está engañando. Le dice que le pida que se le muestre como dios.

Sémele le pide a su amante que le conceda un deseo (sin concretarlo). Zeus jura sobre las aguas de la laguna Estigia (el juramento más sagrado) y Sémele le pide que se muestre como realmente es. Zeus tiene que cumplir lo prometido. Sémele muera al ver al dios con todo su poder.

Zeus para salvar al niño (Sémele estaba embarazada) saca al bebé del vientre, se abre la pierna y se lo mete dentro. Termina de gestarlo en su pierna y da a luz. El niño Dioniso sale de su muslo (¿?).

Es por esto que la deidad de Dioniso está en entredicho. Es hijo de dios y mortal, pero Zeus es su padre y madre a la vez, por lo que es inmortal. Posteriormente Dioniso viajó al inframundo, rescató a su madre Sémele y la convirtió en inmortal.

y la cadmea Sémele, igualmente en trato amoroso con él [Zeus], dio a luz un ilustre hijo, el muy risueño Dioniso, un inmortal siendo ella mortal. Ahora ambos son dioses

(Hesíodo. Teogonía, 940-942)

El niño Dioniso parece destinado a suceder a Zeus. Esto enfada a los Titanes, que le engañan y se lo comen. Zeus los fulmina con un rayo. De las cenizas, mezcladas con la tierra surgen los hombres, con su parte mortal (cuerpo, por las cenizas) e inmortal (alma, por los Titanes y Dioniso)

https://twitter.com/gonzalo123/status/1393931469987405832

Como el corazón de Dioniso no ha sido devorado por los Titanes Zeus resucita a Dioniso. Esta peculiar historia (nace, muere, resucita) le hace conocedor de la vida y la muerte y acerca a Dioniso a los seres humanos, generando la esperanza de una vida futura después de la muerte.

Zeus entregó a Dioniso a unas ninfas para que lo criaran. Un día jugando en el jardín aplastó unas uvas y dejó el jugo unos días por olvido. Cuando regresó descubre que el jugo se había convertido en un líquido muy apetecible. Había descubierto el vino.

El vino era un elemento esencial en la vida griega. Presidiendo los banquetes donde más que comer (se mal comía) se compartía la bebida. El vino tiene efectos contradictorios. Por un lado da alegría y por otro violencia. Estas ambivalencias son también la naturaleza de Dioniso.

“Al que bebe hasta hartarse, el vino le vuelve furioso; le ata de pies, manos y entendimiento con invisibles cadenas y de él se enamora el dulce sueño”

Dioniso entra a formar parte de los 12 Olímpicos cuando Hestia deja voluntariamente su plaza para ocuparse del fuego sagrado y de las familias. Dioniso también se hacía cargo del oráculo de Delfos cuando Apolo se ausentaba.


Este dios de origen raro, que entra a formar parte del Olimpo tarde hacía pensar que se había incluido tarde en el culto de los antiguos griegos. Hasta que se descubrieron unas tablillas micénicas en las hacían referencia a Dioniso. No era un dios “nuevo”.

El culto a Dioniso está asociado al vino y a la fiesta. Estas fiestas y desenfreno eran importantes en la Antigua Grecia. Se entendía que la sociedad no puede sobrevivir sometida a un orden continuo y sin fisuras. No se puede vivir sin perder nunca el control de alguna manera.

En estas fiestas se cambiaban los roles. Los hombres se visten de mujeres, las mujeres de hombres, se disfrazaban de animales, … Pero este desenfreno estaba siempre dentro de uno límites temporales. “La necesidad de cambiarlo todo para que nada cambie”

Un día Dioniso fue a Tebas. Allí organizó unas fiestas donde acudían fundamentalmente las mujeres. Estas mujeres, llamadas bacantes, emulaban a las ménades (deidades femeninas que acompañan a Dioniso). Penteo, rey de Tebas, prohibe estas fiestas por su “dudosa moralidad”

Recordemos que la mujer griega “decente” era recatada y prácticamente no salía de su casa. Las mujeres tebanas terminan desmembrando y matando a Penteo.

El culto a Dioniso generó una especie de secta denominada Orfismo. Hay que entender que el concepto de religión no era como lo que conocemos hoy. La religión “oficial” era un conjunto de ritos muy ligados a la vida social. No se elegía. Era parte del día a día.

Los ritos órficos, por el contrario, se elegían voluntariamente y eran compatibles con la vida social y la religión “oficial”, que era politeista. En el Orfismo el origen del mundo está en un huevo cósmico engendrado por el tiempo.

Los seres humanos se esfuerzan por desprenderse de la parte titánica (el mal) y mantener a dionisaca (el bien). Las almas se van purificando mediante sucesivas reencarnaciones. Dado que se podían reencarnar en personas o animales, los órficos eran vegetarianos.

En los ritos órficos no se hacen distinciones de clase (hombres, mujeres, extranjeros, …) como se hacían en la vida social. Esto era una amenaza para la sociedad y muchas veces eran perseguidos.

Las creencias órficas influyen en otras corrientes, por ejemplo la creencia de la inmortalidad del alma de los pitagóricos.

El Orfismo perdura en el imperio Romano conviviendo incluso con el cristianismo, con el que comparte algunos conceptos como la salvación de las almas.