Calisto era hija de Licaón, rey de Arcadia que Zeus convirtió en Lobo y dio origen al mito de los licántropos o hombres lobo (y que lo comentamos en otro hilo).

Calisto era una cazadora y sacerdotisa de Artemisa, la diosa de la caza, los animales. Artemisa era también protectora de la virginidad y obligaba a todas sus sacerdotisas al voto de castidad.

Calisto era muy bella. De hecho su nombre, καλλίστη (kallíste) significa la más bella. Tanto que que Zeus se encaprichó de ella (como de tantas otras). Calisto tenía voto de castidad pero esto a Zeus no le importaba.

Y Calisto se quedó embarazada. Intentó ocultarlo a Artemisa pero hay cosas que no se pueden ocultar. Cuando Artemisa la vio embarazada se enfadó, la expulsó del grupo de sacerdotisas y la convirtió en oso.

Calisto, como osa, vagó por los bosque de Arcadia mientras que su hijo (Arcas) fue entregado a la pléyade Maya. Las pléyades era las hijas del titán Atlas y la ninfa marina Pléyone.

Pasados los años Calisto (como osa) se cruzó por el bosque a su hijo, lo reconoció y quiso abrazarlo. Arcas, cuando vio a una osa abalanzarse sobre sobre el quiso matarla con una flecha (so sabía que era su madre).

Zeus lo vio, se apiadó e intervino. Para evitar que el hijo matara a su madre los convirtió en constelaciones. A Calisto la convirtió en la constelación de la Osa Mayor y a su hijo Arcas en la constelación de la Osa Menor.

Las dos constelaciones, madre e hijo, se mirarán eternamente en el firmamento.

Todo muy bonito pero Hera, la mujer de Zeus, no esta muy contenta. Al fin y al cabo era una infidelidad de su marido (una de tantas) por lo que se aseguró que Calisto (Osa Mayor) y Arcas (Osa Menor) no fueran felices eternamente.

Convenció a Poseidón para que no permitiera que ni la Osa Mayor ni la Osa Menor descansaran en el mar durante la noche. Es por esto que ninguna de las dos constelaciones se ocultan bajo el mar en su viaje por el firmamento durante la noche.

Esto en astrología se denominan “estrellas circumpolares”, o estrellas que, vistas desde una latitud, nunca desaparecen bajo el horizonte

El mito de Calisto tiene varias versiones. Otra versión dice que fue Hera la que convirtió a Calisto en Osa, obligó a Artemisa a dispararle una flecha y que Zeus lo paró convirtiéndola en la Osa Mayor.

También se dice que Zeus para seducir a Calisto, que por su voto de castidad rechazaba a todos lo hombres, se transformó en Artemisa.

Sea lo que sea, cuando miremos al cielo y veamos la Osa Mayor y la Osa Menor (la que tiene la estrella polar) nos podemos acordar de la triste historia de la ninfa Calisto