Hoy hablaremos sobre la belleza y lo bello en la antigua Grecia.
Los poemas homéricos son el fundamento de la educación en una antigua Grecia dónde no hay referencias a la estética. Hay referencias a lo bello (kalos), que está ligado a la idea de perfección, fuerza y potencia.
La belleza de Helena, para los ancianos de Troya, era algo que llevaría a la catástrofe de Troya.
No es extraño que troyanos y aqueos de buenas grebas por una mujer tal estén padeciendo duraderos dolores. Tremendo es su parecido con las inmortales diosas al mirarla … Pero aun siendo tal y como es que regrese en las naves y no deje futura calamidad para nosotros y nuestros hijos
Il III 156-169
Con frecuencia también se usa el término kalos en un sentido moral. Hector ve a su hermano como repugnante por la desarmonía entre su belleza física y su conducta.
¡Miserable Paris, de más hermosa figura, mujeriego y seductor! Ojalá no te contaras en el número de los nacidos o hubieses muerto célibe.
Il III 43-45
En la poesía posterior a Hesíodo, como con Píndaro, la distinción entre belleza y bondad es más evidente. La belleza es algo externo, separado del valor intrínseco del hombre.
Una visión cosmocéntrica de la belleza, tan diferente de la concepción subjetiva y antropocéntrica que tenemos hoy.
Empieza a aparecer una distinción entre lo bello y visible (Aristóteles) y de lo bello e invisible (Platón y los pitagóricos).
Antígona dice: “Bello será para mi morir después de haber obrado así”
Los filósofos presocráticos empiezan a mirar al mundo exterior. El mundo era como un ser vivo dotado de alma. En la Antigua Grecia todos los seres vivos estaban dotados de alma, tanto el ser humano como una planta.
Distinguen entre diferentes grados de alma, pero todo tiene alma. De ahí que nos refiramos a los seres vivos como seres animados e inanimados a los que no están vivos.
Un concepto estético importante en la Antigua Grecia es la armonía, concepto consagrado por los pitagóricos. El cielo, la tierra y los seres humanos están sometidos por la misma ley, la ley del número. Los números constituyen todo lo que es.
Según Pitágoras, los principios de las formas son los números, en cuanto determinan simetría, que llamamos armonías.
Aecio
Esta concepción matemática se daba en todo, pero, donde se hacía especialmente evidente era en la música. Para Pitágoras los astros emiten un sonido. La suma de todos estos sonidos es el silencio.
El silencio es el sonido del cosmos. Veía una relación entre el cuerpo y la medicina, de la misma manera que la música con el alma. Estas ideas estéticas se fueron imponiendo, a pesar de la oposición de la escuela de Elea.
En el siglo de Pericles (V a. C.) los dioses homéricos estaban en decadencia. Los primeros sofistas (Hipias, Gorgias) dejan a un lado el criterio moralista/terapéutico de los pitagóricos.
Estos sofistas separaban el arte y la moral. Gorgias, por ejemplo, incluso llega a negar la identificación de bien con la belleza. Dice que las estatuas provocan una “dulce enfermedad” en la mirada y habla de un “engaño poético”.
Sugiere que las tragedias nos hacen sentir el éxito y el fracaso de los héroes como si fuesen nuestros propios sentimientos, cosa que Platón criticó duramente (Hipias Mayor 292e) Lo que conviene es y parece bello. Se opone al dualismo entre ser y el parecer.
La tradición pitagórica se vio continuada con Sócrates (que era discípulo del pitagórico Damón). Surge la kalokagatia (la fusión de lo bello y lo bueno). Lo bello no es valor en sí mismo, y está siempre orientado a algo distinto. Es útil.
El arte es técnica. Es algo que sirve para algo. El arte no crea obras solo por la búsqueda del placer. El arte es moralizador. La estética se convierte en una especie de lógica orientada al concepto de belleza, hacia la perfección, hacia una finalidad.
Hay quien dice que Platón no tiene estética alguna. Esto es discutible, pero parece claro que Platón no conoció la estética como algo autónomo.
Puede hablarse de una estética platónica en un sentido general, donde los conceptos de lo bello y lo bueno se identifican. El pensamiento de Platón evoluciona con el tiempo.
El diálogo Hipias Mayor puede ser considerado como el primer tratado de estética que ha llegado a nosotros. En el Platón busca una noción de lo bello que pueda aplicarse a todo objeto real; un muchacho, una yegua, una vasija, …
Posteriormente, cuando desarrolla su teoría de las ideas, en la República, dice que un ser es bello si su forma perceptible coincide con la idea arquetípica. La belleza para Platón sería algo objetivo. Existe por sí misma. As cosas son bellas porque se asemejan a esa idea de belleza.
En el Gorgias, la belleza platónica parece referirse al orden y la armonía de las partes, un concepto de origen pitagórico. Todo lo que es bueno es bello y lo bello tiene sus medidas.
Pero, aunque podemos conocer y expresar las medidas más pequeñas, somos incapaces de formular las proporciones más importantes y grandes. Del mismo modo define la fealdad como la disonancia.
En la Antigua Grecia la perfección estaba en la naturaleza. El arte humano consiste en la mímesis para producir realidades o imitaciones.
Platón establece una diferencia entre las artes: Por ejemplo, si un pintor pinta una silla es una mímesis ilusionista. La silla puede tener dos patas y mantenerse en pie en el cuadro, mientras que la silla que hace el artesano tiene que comportarse como una silla.
El pintor que pinta una silla fabrica usando como modelo la silla que ha realizado un artesano está usando como modelo la mimesis de la idea de silla original.
El arte, concebido como producción y sensaciones agradables, es un pecado contra la vedad. Platón despreciaba el arte ilusionista ya que lo consideraba el arte de mentir.
Aristóteles, por contra, mantiene la separación entre la filosofía de lo bello y filosofía del arte. La belleza pertenece al conocimiento teórico y tratada en la metafísica. El arte se refiere al conocimiento práctico y es tratado en la retórica y en la poética.
Su doctrina sobre la belleza se fundamente en la de Platón y no difiere mucho de este. La belleza tiene varios significados: físico, ético y ontológico. El bien moral coincide con lo bello solo en que es autónomo y desinteresado, pero no se identifican.
Para Aristóteles hay dos tipos de bien: el de la acción y el de lo bello. La estética debe a Platón más que a Aristóteles en lo que se refiere a lo bello, aunque en lo que se refiere al arte es al revés.
Aristóteles califica como bellas las propiedades sensibles de algunas actividades técnicas.
Las artes se distinguen de las ciencias puras en que no tiene por objeto la contemplación pura.
Aristóteles, Ética a Nicómaco VI 4,1140a
Todo arte y toda disciplina intenta copiar a la naturaleza.
Aristóteles, Política VII 17, 1337a
El arte humano imita la naturaleza, no en tanto y cuanto al hecho de copiar sus formas aparenciales que vemos en la naturaleza, sino la imitación de un proceso natural. Para Aristóteles todo tiene un sentido (Telos).
Para Aristóteles este proceso de imitación no es razón de desprecio (como lo era para Platón) ya que ayuda a desvelar la verdad (aletheia) contenida en la naturaleza.
Aristóteles divide las artes según el medio, el tema y la manera de imitar. Aristóteles diferencia la actividad contemplativa y la acción ética. Esto es un gran paso con respecto a la doctrina platónica.
Sienta las bases de la autonomía del arte. El arte se apoya en la naturaleza como base inmutable, pero presupone la experiencia.
Para Aristóteles, a diferencia de Platón, el placer desinteresado de los sentidos es importante. Aristóteles tiene un aire de modernidad con respecto a Platón.
Tras la muerte de Alejandro Magno el mundo griego cambia. Llega el helenismo, aunque la concepción estética no cambia mucho. Los estoicos dan importancia al contenido frente a la forma de Aristóteles.
Ponen la belleza no en la grandeza aristotélica sino en el orden y el logos. Lo bello es lo que tiene conmensuración perfecta. Esto se aplica a la belleza tanto del alma como a la de los objetos.
Los estoicos tienen especial interés por la belleza natural: “solo el universo es perfecto”. Viven en armonía con la naturaleza y les resulta difícil distinguir entre el bien, la virtud, lo bello y lo honesto.
Zenon (el fundador del estoicismo) decía: “la belleza es la flor de templanza”. El bien es deseable, lo deseable es amable; lo que es amable es encomiable; lo encomiable es bello.
Para los estoicos tanta los de la primera época como los de la época romana, el verdadero artista es el sabio.
Nuestro fin no es obtener el bien natural, sino que la persecución de ese fin es el fin de la obtención
Plutarco
Para Sócrates la belleza es la adecuación de una cosa con su finalidad. Los estoicos minimizan la finalidad y elevan a una concepción más rígida de lo bello, algo casi kantiano.
Convierten la belleza en una finalidad sin fin. A diferencia de Platón admite una actividad artística en la naturaleza. Lo bello resplandece porque posee una bondad fundamental. Lo hermoso y honesto se distingue, pero son inseparables.
La belleza moral es igualdad y armonía de opiniones y juicios unidos a una firmeza inquebrantable. A diferencia de Aristóteles, para los estoicos los bienes que se desean para un disfrute hedonista y los bienes que se persiguen desinteresadamente por su valor.
Esto significa un paso adelante en la distinción racional del arte. Los estoicos dividen las artes en cuatro grupos: las vulgares, lúdicas, pueriles y liberales. Los epicureos veía más el placer como la calma.
En resumen, la belleza en la antigua Grecia se centraban en la proporción, armonía y equilibrio, y eran valorados tanto en el arte como en la vida diaria. La belleza era vista como una manifestación de la perfección y la divinidad, y se consideraba un objetivo digno de ser alcanzado.
Introducción a la estética. Historia, teoría y texto. Juan Plazaola