La arquitectura griega, al igual que la egipcia, está basada en el dintel (viga horizontal sobre 2 pilares). No usaban argamasa ni el arco, lo que limitaba mucho las formas. Estas cosas no pasan en la arquitectura romana con sus bóvedas y cúpulas.

Tenían un especial interés en la belleza y la perfección legando al extremo de realizar deformaciones a posta con el fin de rectificar los efectos ópticos y producir una sensación de perfección, a pesar de la perspectiva.

Por ejemplo si miramos una columna puede dar la falsa impresión que se estrecha en el centro (a pesar de medir lo mismo que en los extremos). Por esto ensanchaban el tercio inferior para corregir este efecto óptico. Esto se denomina “éntasis”.

El origen de la arquitectura griega estaba en la arquitectura en madera (no nos ha llegado ninguna muestra de esto pero si citas literarias) en las que en algunos templos sustituían las columnas que se iban pudriendo por columnas de piedra.

Los estilos arquitectónicos son los siguientes: Dórico: Es el más antiguo y procede del megarón micénico.

Se empieza a usar en el siglo VIII a. C. (época arcaica). La leyenda dice que Doros (antepasado de los dorios) cuando llegó al Peloponeso hizo pisar a un hoplita (soldado) la arena de la playa. Su huella sería el módulo para el canon de medida del templo

1 pie = radio de la columna y 8 pies la altura de las columnas (en época clásica esta medida se subió a 12 pies). La virilidad y fuerza del pueblo dorio se veía reflejada en los templos dorios y en la estatua más representativa: El Dorífono de Policleto.

Es un orden sobrio y sencillo. Su columna consta de un fuste y un capitel (sin basa). El fuste de la columna está estriado de arriba a abajo por 20 aristas vivas. Las primeras columnas eran de una sola pieza pero más adelante se construían a base de tambores superpuestos.


En la parte superior tienen unas estrías horizontales llamadas hipotraquíleo. El capitel consta de: Collarino, equino y ábaco directamente sobre el dintel. El friso suele estar decorado por triglifos y metopas donde ponían decoraciones a base de relieves y cerámica policromada.

Luego tenemos el estilo jónico, que alude a la región de Jonia: Islas del Egeo y Asia menor (Anatolia). Se puede distinguir entre jónico asiático y jónico ático. Es estilo más esbelto que el dórico y su medida es la pisada de una mujer (lo que lo hace más elegante y menos rudo).


La anchura de columna es 1/8 de su altura. La columna tiene basa. El fuste tiene estrías de arista muerta (separadas por dinteles). El capitel tiene un ábaco adornado por 2 volutas y más tarde 4 (2 por delante y 2 por detrás). El friso es continuo (sin triglifos ni metopas)

El estilo corintio es muy similar al jónico. Sus columnas son más altas ganando vistosidad pero perdiendo armonía. El capitel está adornado por 2 filas de hojas de acanto que se elevan y enroscan formando 4 pequeñas volutas.

No fue un orden clásico en sentido puro y su desarrollo fue más del periodo helenístico. Hay alguna evolución de este estilo como es el Toscano pero ya son cosas más de Roma.

También tenemos el Cariátide. Denominado así por el famoso pórtico del Erecteion. Es una variante del jónico en el que sustituyen el fuste de las columnas por estatuas femeninas.

El estilo Atlante es como el Cariátide pero con columnas masculinas en memoria al titán Atlas condenado por Zeus a sostener la bóveda celeste tras la titanomaquia.

Hay otros estilos como el Ático (columnas cuadradas), el Eólico (antecedente del Jónico con columnas lisas), el Chipriota (similar al Jónico pero con más ornamentos) y órdenes híbridos que mezclan estilos.

El principal elemento arquitectónico es el templo y estaba concebido para ser visto desde fuera. El culto griego, a diferencia del cristianismo, no era público. Al interior del templo solo tenían acceso sacerdotes y altas jerarquías políticas.

Los primeros templos dedicados a los dioses están inspirados en el megarón micénico que era donde los reyes micénicos recibían a los huéspedes. Después de la invasión doria se empezó a usar el megarón como centro de culto a los dioses.

En la época arcaica aparecen los primeros templos como el templo de Apolo de Termo (630 a. C.) el templo A de Primas (650 a. C.). Uno de los templos más importante fue el Partenón de Atenas.

Existen templos de muchos tipos: Circulares (tholos) y rectangulares. Tenían 3 escaleras. Las 2 primeras llamadas esterobato y la última (sobre la que se asienta el templo) llamada estilobato.

Dependiendo de las columnas en el frontal puede ser: Tetrástilo (4), Hexástilo (6), Octástilo (8), Decástilo (10), Dodecástilo (12), … Los impares son muy raros. Eneástilo: 9 (templo de Hera en Paestum), Pentástilo: 5 (templo de Apolo en Termón)

Pueden no tener columnas laterales o tenerlas. Si las tienen el estilo clásico marca que su número es el doble más una de las frontales. Dependiendo de las disposición de las columnas laterales pueden ser:

Díptero: Doble fila de columnas en el peristilo (columnas laterales). Períptelo: Una fila de columnas con un espacio entre las columnas y la pared.

Pseudoperíptelo: Doble fila de columnas pero la segunda fila está adosada a la pared (sin espacio). Pseudodíptero: Una fila de columnas adosadas a la pared (sin espacio)

Si nos fijamos en el pórtico puede ser: Anfipróstilo: Columnas en sus dos frontales. Próstilo: Columnas en solo un frontal. Las columnas del pórtico pueden estar entre paredes (in antis). Si esto pasa en los 2 pórticos se denomina in doppio antis (antis = columna)

El vestíbulo delantero se denomina Pronaos. Las salas del interior eran las siguientes:

Nao (Cella): Sala principal o santuario, Opistódomo: Sala en la parte posterior (en templos grandes). Donde se guardaba el tesoro del dios. Ádyton: “lugar donde no se puede entrar”. Espacio reservado para ciertas funciones religiosas. Generalmente detrás de la nao.

La relación entre el alto y el ancho del alzado nos da como resultado el número irracional φ (fi - Toma ese nombre por ser la inicial del arquitecto Fidias) denominado “número áureo”. El número áureo esta asociado al concepto de belleza que tenemos en nuestras mentes.

Es la proporción que tenemos hoy en las tarjetas de visita, DNIs, … Esto no quiere decir que usemos una fórmula para diseñarlo. Quiere decir que usamos esa relación inconscientemente porque queremos que quede bonito.

Incluso las facciones de la cara de las personas que consideramos “guapas” guardan esa relación áurea. Algo que los griegos ya estudiaron hace casi 3000 años.