Hoy hablaremos de las tres teorías del arte en la Antigua Grecia: El engaño, la catarsis y la mímesis. Dentro hilo.
Para los antiguos griegos la perfección estaba en la naturaleza. Entonces, con respecto a las obras artísticas, ¿cuál es el motivo de reproducir lo que ya ofrece la naturaleza?
La imitación conduce a revelar la importancia de la naturaleza. La copia quedará siempre por debajo del original. Cuanto más exacta sea la imitación menos vivo será el placer.
Lo que nos place es crear no imitar. La más pequeña invención sobrepasa todas las imitaciones. ¿Debe el arte imitar a la naturaleza?
Escoger no es imitar. La perfección en la imitación está en la exactitud.
La palabra imitación es posthomérica. No aparece en los textos ni de Homero ni en los de Hesíodo. Es posible que se originara en los rituales órficos del culto a Dionisio.
El primer significado de imitación serían los actos de culto que realizaba el sacerdote (bailes, música, canto, …). Posteriormente, en el siglo V a. C. pasa a determinar el acto de reproducir la realidad.
El término imitación pasa del culto a designar la reproducción del mundo externo. Este cambio tan radical de significado hizo que ciertos autores tuvieran reticencias en su uso y emplearan palabras similares.
Aristóteles sostiene la tesis que el arte imita la realidad. Según las premisas griegas, la mente humana es pasiva y puede percibir solo lo que existe. La imaginación no tiene cabida en el arte griego.
Aunque incluso pudieran inventar algo que no existiera, sería un error utilizar esta habilidad porque el mundo existente ya es perfecto y no puede concebirse nada más perfecto.
Los griegos no tuvieron términos que se correspondan con el termino crear y creación. Los dioses no eran creadores del mundo ni del cosmos, a diferencia del cristianismo, donde la primera frase del Génesis lo deja bien claro: Dios creo el cielo y la tierra.
En la Antigua Grecia la materia ya existía. Los dioses, aunque son mortales, nacen. Para los griegos les era suficiente el término “fabricar”. Tampoco les hacía falta usar el término “crear” para referirse a las obras de los artistas, como pintores y escultores. Para los antiguos griegos esto artista no crean nada nuevo. Solo imitan lo que ya existe en la naturaleza.
(República 597d)
El concepto de creador implica creatividad y libertad de acción. El concepto griego de artista no contempla esto. Está sujeto a unas normas, un canon (que vendría se lo mismo que medida).
Recordemos que arte, en griego, es techné, de lo que proviene la palabra técnica. Para los antiguos griegos arte y técnica eran lo mismo. No tenían nada que ver con la creación ni con la imaginación. La belleza estaba en la naturaleza. El arte es una mímesis.
La creatividad en el arte griego no solo no es posible (nada es más perfecto que la naturaleza) sino que es indeseable, ya que el arte es una destreza para fabricar cosas.
Esta destreza supone conociendo de unas normas y una capacidad para aplicarlas. Quien conoce estas normas y sabe aplicarlas es un artista.
La naturaleza es perfecta y está sujeta a leyes por lo tanto los artistas, de hacer algo, lo que tienen que hacer es descubrir esas leyes para poder someterse a ellas, de mismo modo que lo hace la naturaleza.
El poeta, sin embargo, es diferente. Este sí hace cosas nuevas. Es por esto que no asociaban a los poetas con los artistas.
Lo que es bello, lo es siempre y por sí mismo
(Platón, Filebo 51b)
Aristóteles dudaba si la poesía era una imitación de la realidad y sobre si requería adherirse a la verdad; la poesía era más bien el reino de aquello que no es ni verdadero ni falso
En Roma estos conceptos griegos se alteran un poco. No solo los poetas sino también los pintores, son considerados que hacen cosas nuevas
Los griegos no hicieron diferencia entre la estética y la actitud investigadora. Theoría les sirve para denotar tanto la investigación como la contemplación.
La contemplación de objetivos bellos no era nada más que una percepción agradable. Platón y Aristóteles hicieron intentos para definir las experiencias que el arte producía, pero fueron los sofistas los que primero establecieron teorías al respecto, como por ejemplo Gorgias.
Los primeros intentos toman 3 direcciones. Por un lado, está la parte la ilusión (apaté) la catarsis (kathaksis) o la liberación de las emociones y la mímesis, o la invitación.
La teoría apática o ilusionista afirmaba que el teatro actúa como produciendo una ilusión. Crea una apariencia y puede hacer el espectador lo acepte como una realidad.
Se produce en el espectador sentimientos como si de verdad estaba viendo a los personajes reales, algo parecido a la magia.
Gorgias fue el primero en formular esa idea: “la tragedia es aquella obra en la que quien engaña es más honesto que quien no engaña, mientras que la persona engañada es más sabía que la que no lo ha sido”.
Esta teoría aplica fundamentalmente la tragedia. la escultura por ejemplo nunca fue mencionada en lo que se refiere al apaté.
Tenemos también la teoría catártica. En el siglo V a. C. se tenía la convicción que la música (y en menor medida la poesía) crean emociones violentas y extrañas en la mente, produciendo un choque y un estado de emoción e imaginación que supera la razón.
En ciertas ocasiones estas experiencias poderosas provocan una descarga de emociones. No son emociones en sí mismas sino una fuente de placer. Este concepto quizás viene los pitagóricos. Para ellos la catarsis era un concepto natural y superior a toda de la filosofía.
Como se decía: los médicos purifican el cuerpo y la música el alma. Platón condenó la poesía por su acción emocional e irracional. Aristóteles intentó demostrar que no intensificaba las emociones, sino que las descargaba.
En este caso la catarsis emocional a través de la poesía sería algo aristotélico. de todas formas, en el siglo IV a. C. nadie intentó aplicar esta teoría a la pintura o a la escultura y mucho menos a la arquitectura.
También está la teoría mimética. La base de esta teoría está en que la producción humana no añade nada a la realidad.
Solo crea presentaciones irracionales cosas ficticias, fantasmas e ilusiones. Las creaciones irreales imitan cosas reales. Platón decía en “el sofista”: “imitador es aquel que produce cosas irreales”.
Esta teoría no surgió en sus inicios como una teoría nueva, sino como un añadido a la teoría de la ilusión o apaté. No basta con producir una creación irreal. Se debe producir también una ilusión de la realidad.
Los sofistas aglutinan estas 3 teorías, sobre todo en la poesía, que produce reacciones verbales irreales, produce un choque emocional y produce ilusiones de los oyentes y los espectadores.
En el transcurso del tiempo estas teorías se separaron y se convirtieron en 3 teorías diferentes. Platón y Aristóteles aceptan la teoría mimética mientras que abandonan las otras dos.
Años después, ya tras el periodo clásico, se retomaron estas tres teorías, que hoy siguen vigentes.