Anaximandro nace en Mileto en el 610 a. C. Fue discípulo de Tales y pertenece, junto Anaxímedes, a la llamada escuela milésica. Siendo Tales el considerado como primer filósofo de la historia, Anaxímedes, su discípulo, es del que tenemos el primer documento escrito (un fragmento)
Como todos los filósofos presocráticos Anaximandro de Mileto buscaba el origen de las cosas o Arché.
La palabra Arché (ἀρχή) es una palabra que usó Aristóteles para denominar la búsqueda de aquello que no necesitaba de otra cosa para existir. Los filósofos presocráticos se referían a esto como génesis.
Tales estableció el agua como Arché. Según él todo venía del agua. Anaximandro, como su discípulo, también le daba importancia al agua. Decía incluso que los hombres veníamos de una criaturas que surgieron del agua.
Estas teorías sugieren para algunos una incipiente teoría de la evolución similar a la de Darwin, pero 25 siglos antes.
Para Anaximandro el génesis u origen de las cosas no puede ser algo limitado y define su arché como lo ilimitado, que llama “ápeiron”. El ápeiron, al ser ilimitado, es capaz de limitarse en todas las formas de vida. Es una unidad dentro de la multiplicidad.
Pero ¿Cómo se pasa de lo ilimitado del ápeiron a lo determinado de las cosas que vemos? Para explicar esto Anaximandro usa un concepto que también usan otros presocráticos: La separación de contrarios.
Del Ápeiron surgen parejas de contrarios: El frío y el calor, lo seco y lo mojado, … Esta oposición genera un conflicto y de este conflicto surgen la desigualdad y la justicia. Los contrarios se invaden mutuamente en una relación cíclica de justicia e injusticia.
“El principio de todas las cosa es lo indeterminado (áperion). Ahora bien, allí mismo donde hay generación para las cosas, allí se produce también la destrucción, según la necesidad. En efecto, pagan las culpas unas a otras y la reparación de la injusticia, según el orden del tiempo.”
Esto viene a decir que los contrarios, al salir del ápeiron, se hacen injusticia mutuamente ya que lo uno excluye a lo otro. Lo única justo es el ápeiron, donde todos los contrarios estaban unidos sin hacerse injusticia los unos a los otros.
El tiempo actúa de juez. Al final todo vuelve al ápeiron y se repara la injusticia. El universo surge del ápeiron y como tal vuelve a él y surge de nuevo. El universo tal y como lo conocemos es una relación entre opuestos.
La creación y fin del universo para Anaximandro es infinita y puede ser el origen de una teoría del multiverso.
La composición del mundo (cosmología) de Anaximandro tiene su origen en el ápeiron. De este surgen el frio y el calor, que generan una esfera de fuego que rodea la tierra.
De esta esfera surgen unos círculos concéntricos con los astros. Estos círculos tienen unos agujeros que nos permiten ver los astros y explican fenómenos como los eclipses y las fases lunares.
Para Anaximandro el universo es algo homogéneo, con tierra en el centro y rodeada por el ápeiron. Fue el primero en dibujar un mapa de la tierra (para el plana. Concretamente un cilindro circular).
Lo importante de esto no es que tuviera o no razón en sus planteamientos. Lo importante es su afán por medir el universo y encontrar el el un orden.
Además hizo una cosa inusual en su época: Se aleja de los mitos y los dioses en la concepción del mundo y en su búsqueda del orden del universo.
Anaximandro quería hacer del mundo un cosmos (que en griego significa “orden”). Explica el mundo como algo con sentido, que comienza y termina en el ápeiron.
Desde el punto de vista de Anaximandro lo que es, a pesar de tener su origen y fin en lo ilimitado (el ápeiron), es la oscilación entre los contrarios.
Esa invasión cíclica de injusticias, que viene y va. Una especie de respiración que posteriormente los pitagóricos denominaron “aritmós”
La filosofía de Anaximandro es una gran fuente de inspiración el física cuántica. También se dice que Anaximandro habría sido el introductor del gnomon (reloj solar) en Grecia
